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Todo el mundo puede ser inversor

¿Crees que la inversión es exclusiva para los ricos y afortunados? ¡Deja de pensarlo! Este no es otro blog aburrido sobre finanzas. Aqui te explico cómo tú también puedes ser inversor, y cómo fue mi viaje para serlo.

Cuando me di cuenta de que era esclavo

Yo empecé siendo un empleado. Tenía un trabajo que ocupaba mi tiempo, pero no aumentaba mis ingresos ni mis ahorros, incluso cuando trabajaba más duro. Buscaba algo propio, algo que me diera más motivación. Entonces, junto con mi pareja, abrí un negocio y me convertí en dueño (al 50%). Descubrí que ser dueño no siempre te brinda ingresos pasivos; aún debes liderar y gestionar el negocio. Me di cuenta de que también se requería tiempo. Quizás tenía  más libertad, pero al final, no tenía más tiempo libre o personal que antes. Cuanto más ganas, más inviertes en el negocio, más gasta el negocio, y terminas atrapado en el mismo ciclo. El del esclavo moderno.

En la búsqueda de una inversión más pasiva, me encontré con la realidad de que obtener financiamiento para emprender un negocio o para otros activos financieros como acciones, relojes, oro, obras de arte o criptomonedas resulta ser una tarea ardua  Los bancos no dan préstamos para esto. No obstante, los bancos muestran una disposición mucho mayor para financiar activos inmobiliarios. Este descubrimiento marcó un punto crucial en mi camino hacia las inversiones inmobiliarias.

Entonces empecé a hacer un análisis de mis finanzas personales y decidí invertir en bienes raíces. Dentro del vasto panorama inmobiliario, descubrí una amplia gama de opciones: comprar para alquilar, vender, participar en el modelo «rent to rent», entre otras estrategias. Y sinceramente, no me ha ido nada mal.

Ser inversor: es una mentalidad y un comportamiento

Céntrate en esto: ser inversor no es una forma de ser o algo que venga heredado o como resultado de situaciones familiares, sino una mentalidad y un comportamiento, me he dado cuenta.

Implica analizar oportunidades, evaluar la rentabilidad y realizar un análisis financiero profundo. Es similar a ser emprendedor.

Yo he leído los libros de Robert Kiyosaki, especialmente «Padre Rico, Padre Pobre». Lo que sobre todo me ha inspirado era el cuadrante del flujo de dinero. 

todo el mundo puede ser inversor

Puedes trabajar para otro, siendo empleado o autónomo, pero lo mejor es ser dueño o inversor para obtener libertad financiera.

Y entonces decidí serlo. Y lo que ahora sé y te quiero transmitir es que se trata de tener una mente abierta, perder el miedo y superar la parálisis por análisis, entre otras cocas. 

Planificación financiera: no es necesario ser millonario

Muchas veces pensamos que para ser inversor debemos contar con una fortuna millonaria, un capital elevado o un patrimonio. La realidad es que la puerta de las inversiones está abierta para todos. El camino para convertirse en inversor no está reservado para unos pocos afortunados; está al alcance de aquellos que estén dispuestos a comprender y gestionar sus finanzas con sabiduría.

La clave radica en entender y manejar adecuadamente tus finanzas. Saber cuánto ganamos, en qué gastamos y de qué gastos podemos prescindir es fundamental. Este autoanálisis nos proporcionará una visión clara de cuánto podemos ahorrar y cuál es nuestra meta financiera a alcanzar en un tiempo determinado. Es importante tener una planificación financiera sólida. Define tus metas a corto y largo plazo, y trabaja en consecuencia. 

Después tienes que estar dispuesto a pedir ayuda. Los bancos, asesores, socios, la familia o amigos… Todos estos son aliados en tu camino para empezar. 

Acepta el riesgo: la emoción de ganar debe superar el miedo a perder

Ser inversor significa vivir con riesgo. Invertir con 0 riesgo no existe, siempre arriesgas tiempo y/o dinero, de ti mismo y/o de los demás cuando empiezas.

Todos las inversiones  que he hecho en mi vida han tenido riesgo. A veces poco arriesgado, a veces mucho. 

Si compras un inmueble para alquiler, siempre corres el riesgo de que el inquilino no te pague. O que suban los intereses de la hipoteca y no ganes tanto, o incluso pierdas. También corres el riesgo de que la reforma cueste mucho más dinero o tiempo del calculado, por lo cual no es tan rentable como pensabas. 

¿Qué arriesgas realmente cuando empiezas a ser inversor? ¿Arriesgas tu salud? Arriesgas a tus hijos, a tu pareja o familia? Arriesgas tu libertad? Tu vida? Yo pienso que no. 

¿Qué te puede pasar realmente ? 

Te puedes quedar con una deuda que no puedes pagar. Que te embarguen la nómina y te quedes sin casa donde vivir. ¿Que un amigo que te ha prestado 50.000 euros te corte las  piernas… Que tu pareja te deje… Cuando tienes miedo, piensa en lo peor que podría pasar. En el caso que todo iría realmente mal. Es infundado, el miedo entonces?


Muchas veces cuando pensamos en los riesgos, el miedo de las consecuencias es mucho más grande de lo que en realidad podría pasar. Si es que pasa. Y si pasa, y te quitan todo lo que has conseguido, o tienes una deuda en los próximos años, tampoco significa que no lo puedes conseguir otra vez. 

Así que en mi opinión, el riesgo es un tema mental, algo subjetivo. Por eso pienso que la emoción de ganar tiene que ser mayor al miedo por perder. Por supuesto, hay que evaluarlo todo para saber los riesgos y posibles consecuencias. 

Todo el mundo puede ser inversor

Repito. No tienes que ser millonario, ni venir de una familia rica. Si eres refugiado sin papeles en este país ahora mismo, o si tienes un camino más largo, será más difícil empezar… pero no imposible. 

Ser inversor es para todo el mundo que posee habilidades, salud y que tiene o puede conseguir unos ingresos mínimos o apalancamiento. Todo el mundo que tiene esto, o lo puede tener, puede convertirse en inversor. 

La planificación, la mentalidad adecuada y la disposición para asumir riesgos son clave. Aunque la situación actual pueda no ser propicia, la planificación a futuro y la búsqueda de oportunidades pueden abrir puertas inesperadas.

En palabras de Kiyosaki, la diferencia entre decir «No me lo puedo permitir» y preguntar «¿Cómo lo puedo pagar?» marca la pauta de cómo puedes retar tu mente para empezar. 

Sí sí, yo empiezo. Mañana.

¿Sabes cual es la palabra más destructiva para quien tiene el deseo de ser inversor?  

Mañana! 

Si quieres hacer y cambiar algo importante, hazlo ahora, no lo dejes para más adelante sin un motivo. Mejor hecho que perfecto cuando se trata de dar un paso en tu camino hacia el éxito

Si lees esto y quieres empezar, pero no sabes cómo o cuál es el primer paso, escríbeme un mail o un WhatsApp y me pondré en contacto contigo para organizar una reunión o videollamada, sin compromiso, para que me cuentes de ti y yo te pueda explicar nuestra propuesta. Te reto a que lo hagas hoy, y no mañana! Invierte en ti!

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